Tanto el Espolón Calcáneo como la Fascitis Plantar son patologías que se originan en el pie, presentando características individuales, pero que de igual manera afectará la marcha por provocar dolor. Conoce más sobre esta enfermedad tan común en el siguiente artículo y en caso de presentarla evita que se convierta en una lesión crónica en donde el dolor y las molestias se prolongan en el tiempo con nuestros tratamientos en Fisioterapia en FisioClinics Palma de Mallorca.
¿Qué es el Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
El Espolón Calcáneo es una patología recurrente y es un crecimiento óseo situado en la parte inferior del calcáneo provocado por una inflamación de la fascia que es una vaina fibrosa que protege los tendones y músculos del pie. Cuando existe una sobrecarga de la fascia y la inflación perdura, el organismo inicia un proceso de curación acumulando sales de calcio en la zona y provocando la formación del espolón.
En cambio, la Fascitis Plantar consta de la inflamación de la fascia plantar, que es una banda de tejido elástico que va desde el calcáneo hasta la zona de los metatarsianos, esta fascia tiene como función el mantener el arco plantar al caminar, logrando que absorba y devuelva la energía que se produce al impactar el pie sobre la superficie.
¿Cuáles son los síntomas del Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
Hay muchos síntomas característicos de estas patologías, te mencionamos algunos más relevantes:
- El dolor es el principal y es más acentuado al levantarse, tras mucho tiempo sentado, caminar mucho o estar de pie durante demasiado tiempo.
- El dolor es punzante y localizado en el talón o en el arco del pie.
- Presencia de rigidez matutina.
- Hinchazón.
- Enrojecimiento en la zona.
- Sensibilidad aumentada en la zona inferior del talón.
- Si eres deportista, el dolor incrementará cuando practique tu disciplina.
¿Qué causa el Espolón en el Talón y la Fascitis Plantar?
Existen diversas causas para estas dos patologías, pero te resumimos en una lista las más importantes respecto a ambas, las cuales son por:
- Acortamiento del gemelo, sóleo y del tendón de Aquiles, ya que estos músculos aumentan la tensión de la fascia.
- El sobrepeso.
- Problemas posturales que deriven en el apoyo plantar.
- Usar calzado inadecuado.
- Caminar o estar de pie durante períodos prolongados de tiempo.
- Mala pisada sobre una superficie dura y uniforme.
- Presencia de deformidades de la bóveda plantar, como un pie cavo o valgo.
- Aumento repentino de la actividad física.
¿Cómo se realiza el diagnóstico médico del Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
En cuanto el paciente empiece a notar los primeros síntomas, probablemente aquellos asociados al dolor en la base del talón, se recomienda acudir lo antes posible a un especialista, pues es probable que si no se trata la Fascitis o el espolón calcáneo se vaya cronificando hasta el punto de que el paciente se vea obligado a limitar la práctica deportiva e incluso el andar de forma normal.
Por ende, el diagnóstico del Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar se realiza mediante la historia clínica y la exploración física, a través de este examen se determina la fase en la que se encuentra la patología. A continuación, el especialista realizará un estudio de la pisada o la marcha del paciente y valorará si la inflamación de la fascia está relacionada con su forma de pisar.
En ambas enfermedades se pueden realizar estudios de imagenología para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la lesión. Los estudios que mayormente se utilizan son:
- La radiografía, con ella se evidencia la presencia de Espolón calcáneo más no de Fascitis plantar.
- La resonancia magnética, con ella se puede evidenciar tanto tejidos óseos como tejidos blandos, pudiendo mediante ella establecer el diagnóstico de ambas enfermedades si es el caso.