El tratamiento de la artrosis cervical incluye múltiples estrategias que buscan aliviar el dolor, reducir la rigidez y mejorar la movilidad. Entre las herramientas más accesibles y eficaces están las terapias físicas con calor y frío, conocidas como termoterapia y crioterapia. Cada una tiene su función y momento ideal de aplicación. En este artículo te explicamos cuándo y cómo usar el calor y el frío en la artrosis cervical, y cómo los integramos en los tratamientos de FisioClinics Palma.
¿Por qué aplicar calor o frío en la artrosis cervical?
La artrosis genera una respuesta inflamatoria leve pero continua en la articulación, lo que provoca dolor, rigidez y reducción del rango de movimiento. Las terapias físicas como el calor o el frío pueden:
- Reducir la percepción del dolor.
- Disminuir la tensión muscular.
- Mejorar la circulación o calmar la inflamación, según el caso.
- Facilitar los ejercicios y el tratamiento manual.
¿Cuándo usar calor?
El calor se utiliza principalmente en fases crónicas o cuando hay mucha rigidez sin signos de inflamación aguda.
Beneficios:
- Relaja la musculatura contracturada.
- Mejora la elasticidad de los tejidos.
- Favorece la circulación sanguínea.
- Prepara la zona para el ejercicio o la terapia manual.
¿Cómo aplicarlo?
- Mantas eléctricas, bolsas de agua caliente o saquitos térmicos.
- Aplicar entre 15 y 20 minutos, con una capa de tela para proteger la piel.
- Puede combinarse con ejercicios suaves tras la aplicación.
¿Cuándo usar frío?
- El frío es más útil en episodios de dolor agudo o si se ha producido una irritación reciente por un esfuerzo excesivo.
Beneficios:
- Disminuye la inflamación.
- Reduce el dolor por efecto analgésico.
- Baja la temperatura de la zona, ralentizando el metabolismo inflamatorio.
¿Cómo aplicarlo?
- Bolsa de hielo o gel frío envuelta en un paño.
- Aplicar durante 10-15 minutos, evitando el contacto directo con la piel.
¿Se pueden combinar calor y frío?
Sí, en algunos casos se puede utilizar una estrategia de contraste: alternar calor y frío para mejorar la circulación y modular el dolor. Esta técnica debe ser indicada y controlada por un fisioterapeuta, según la fase de la lesión y la tolerancia del paciente.
En FisioClinics Palma, ¿cómo lo utilizamos?
Integramos el uso de calor y frío como complemento a:
- Terapia manual.
- Movilizaciones articulares.
- Ejercicios terapéuticos.
- Técnicas de neuroestimulación o punción seca.
El objetivo es reducir las barreras para el movimiento y mejorar la efectividad global del tratamiento.
Conclusión
El uso adecuado del calor y del frío en la artrosis cervical puede marcar la diferencia en el control del dolor y la mejora de la movilidad. Saber cuándo aplicar cada uno es clave para obtener los máximos beneficios. En FisioClinics Palma te guiamos para usar estas herramientas de forma segura y eficaz, como parte de un tratamiento integral adaptado a tus necesidades.