Las fracturas óseas son un problema bastante frecuente dentro de todo tipo de poblaciones, llegando a provocar mucho dolor y generando distintas manifestaciones y problemas a largo plazo. En el siguiente artículo te enseñaremos todo lo referente a las fracturas y cómo es su adecuado abordaje a través de la fisioterapia.
¿En qué consiste una fractura ósea?
Las fracturas óseas son un tipo de lesión de orígen traumático o por estrés mecánico, que se caracteriza por la pérdida de continuidad que se manifiesta sobre el tejido óseo presente gracias a la influencia de distintas fuerzas externas que pueden afectar directa o indirectamente sobre la diáfisis del hueso.
Este tipo de patología se ve relacionada con accidentes automovilísticos, traumatismos directos al caerse o padecer algún golpe brusco.
Son consideradas las lesiones traumatológicas más comunes a nivel mundial y que puede afectar a todas las edades,sin embargo existe una gran prevalencia en personas adultas mayores dado a que se presenta un desgaste en la diáfisis ósea.
¿Cómo se clasifican las fracturas?
Clínicamente, las fracturas pueden ser clasificadas en distintas escalas y grados dependiendo de muchos factores dentro de ellas destacamos:
Fracturas por insuficiencia o patológicas
Este tipo de fracturas son presentadas como consecuencia de un desgaste presente a nivel del tejido óseo siendo relacionado con problemas de osteopenia que produce enfermedades metabólicas o fragilizantes. Dentro de ellas están:
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Procesos generales: Que involucran todas las enfermedades óseas fragilizantes
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Procesos locales: Aquella donde se incluyen el padecimiento de tumores o metástasis
Fractura por fatiga o estrés
Este tipo de fractura es considerado el más común dentro del área deportiva, especialmente en aquellos atletas de alto rendimiento. Suele aparecer como consecuencia de una sobrecarga o sobreentrenamiento asociado a un estrés mecánico que presente como consecuencia de acciones mecánicas repetitivas durante los juegos o prácticas.
Se caracterizan por afectar cualquier tipo de hueso, independientemente si está sano o patológico, y tiene prevalencia en los huesos largos de los miembros inferiores.
Según su Mecanismo de producción
En ésta clasificación se describen las posibles fuerzas que influyen en el origen de la fractura y que se dividen en lo siguiente:
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Mecanismos directos: Con todas aquellas fuerzas mecánicas que tienen un efecto directo sobre la diáfisis ósea. Principalmente suelen impactar siguiendo un vector de fuerza perpendicular al hueso, es decir, que si la diáfisis ósea se dispone en sentido vertical, la fuerza externa influirá en sentido transversal u horizontal.
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Mecanismos indirectos: Considerado como aquellas fuerzas mecánicas que actúan de manera indirecta sobre el hueso. Principalmente son descritas como fuerzas compresivas y de torsión o cizallamiento que se manifiestan comúnmente sobre los miembros inferiores.
Según las lesiones en las partes blandas asociadas
En esta clasificación se toma en cuenta el daño en los tejidos blandos circundantes que puede aparecer como consecuencia de la fractura. Estas puede clasificarse en:
Cerradas: Aquellas donde se manifiesta la fractura, más el tejido óseo no es expuesto al exterior. Para este tipo de fracturas se ha establecido una subclasificación que establece lo siguiente:
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Grado 0: Comúnmente se produce por un mecanismo indirecto y no suele haber daño en los tejidos blandos o en su defecto pueden ser muy leves.
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Grado I: También suele aparecer por mecanismos indirectos, sin embargo el daño sobre los tejidos blandos circundantes puede llegar a ser moderado manifestando contusiones o abrasiones bastante superficiales.
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Grado II: Está relacionado con el padecimiento de un mecanismo directo, suele manifestarse una contusión muscular bastante significativa y abrasiones bastante profundas que vienen acompañadas de un síndrome compartimental
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Grado III: Es la más grave de todas, también relacionadas con un mecanismo directo, generalmente se padece una contusión extensa, desgarros musculares e incluso daño sobre el paquete vasculonervioso
Abiertas: Contrarias a las anteriores, la fractura que se padece logra exponer una o ambas superficies óseas hacia el exterior, siendo contaminada. Este tipo de fractura puede subclasificarse en:
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Tipo I: Aquellas en donde el hueso tiene una exposición no mayor de 3 cm, por tanto la contaminación y destrucción sobre el miembro suele ser bastante mínima.
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Tipo II: En estos casos, el hueso se expone hasta un máximo de 10 cm y la contaminación que manifiesta puede ser moderada.
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Tipo III: Más grave de todas las anteriores, existe una exposición ósea de más de 10 cm, la contaminación y destrucción padecidas son bastante grandes y es bastante probable que la persona sufra una amputación, igualmente, la persona está expuesta a contraer bacterias bastante nocivas para la salud..
Según su patrón de interrupción
Descritas dependiendo del grado de interrupción que tengan, siendo las siguientes:
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Fracturas completas: Aquellas en donde existe una separación total del hueso. Estas pueden clasificarse en: Conminutas, desplazadas, simples, entre muchas otras más.
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Fracturas incompletas: Contrario a la anterior, la fractura no logra separar por completo el tejido óseo, sino más bien un fragmento del mismo, generalmente pueden ser clasificadas como: Fracturas en tallo verde o en Torus.
Según su estabilidad
Que dependiendo de su fijación, tendrán tendencia a empeorar o no. Siendo así las siguientes:
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Fracturas estables: Aquellas que luego de haber hecho la reducción se mantienen fijas en una misma posición.
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Fracturas inestables: Contrarias a las anteriores, luego de la reducción, tienden a desplazarse nuevamente.
¿Cuáles son las manifestaciones clínicas que se presentan tras una fractura ósea?
Al ser una lesión de tipo traumática por lo general las manifestaciones clínicas suelen ser bastante violentas, especialmente en aquellas fracturas abiertas. Llegando a manifestar distintas sintomatologías como:
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Presencia de inflamación generalizada directamente sobre la región afectada.
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Es bastante común que exista edematización y retención de líquido especialmente cuando hay rotura de vasos sanguíneos
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A simple vista se puede evidenciar una deformidad corporal como consecuencia de la fractura
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Las personas por lo general suelen presentar un dolor agudo e intenso a lo largo del miembro afectado
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Se pueden presentar hematomas o moretones.
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Existirá una dificultad para realizar la movilización del miembro afectado.
¿Cómo se da la regeneración?
Antes de comenzar con el proceso de rehabilitación y fisioterapia, es importante que el especialista tenga conocimiento con respecto a los procesos de regeneración ósea, para poder ofrecer al paciente un abordaje adecuado en el tiempo ideal para poder mejorar la salud física del paciente, pues, en caso de desconocerlo es posible que se pueda empeorar el estado de la lesión
Dicho proceso de reparación ósea se describe a continuación:
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Fase de proliferación e inflamación: Durante esta fase, se comprende un período de las primeras 2 - 3 semanas luego de haber padecido la fractura. Durante este tiempo se producirá una respuesta inflamatoria protectora alrededor del hueso así como también una acumulación de sustancias y células reparadoras locales
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Fase de callo blando: Durante esta fase, se comprende un tiempo de 3 - 4 luego de haber padecido la fractura, en ella el proceso de inflamación ha terminado y se comienza a formar el callo óseo blando que se compone por tejido cartilaginoso hialino por acción de los osteoblastos y células osteoprogenitoras, durante este período se produce también la neovascularización.
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Fase de callo duro: Esta fase comprende un tiempo entre 4 - 6 semanas luego de haber padecido la fractura, en ella básicamente se facilita la maduración del callo óseo obteniendo un tejido duro e irregular.
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Fase de remodelación: Esta fase es la última y la que más tiempo amerita, tardando desde algunos meses hasta años, en ella, el tejido óseo buscará remodelarse y amoldarse correctamente a cómo estaba originalmente antes de padecer la lesión, Intervención fisioterapéutica para el tratamiento de las fracturas
¿Cómo es el tratamiento desde la fisioterapia en FisioClinics Palma luego de una fractura?
En nuestra clínica de fisioterapia y rehabilitación contamos con profesionales expertos en el área de la salud quienes están altamente cualificados para aplicar una amplia gama de tratamientos que te ayudarán a mejorar tu estado de salud física luego de haber padecido una fractura ósea.
Por lo general, la intervención fisioterapéutica luego de padecer una fractura tendrá como objetivo mejorar la movilidad y favorecer el fortalecimiento de la musculatura posiblemente implicada, para ello se pueden aplicar distintas maniobras de tratamiento como:
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Movilizaciones pasivas: Luego de haber retirado el yeso, se pueden hacer movilizaciones que ayuden a mejorar la producción de líquido sinovial al igual que mejorar el rango de movimiento.
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Movilizaciones activas: Progresando desde las antes mencionadas, hasta las asistidas, libres y resistidas donde se buscará mejorar el rango de movimiento y control neuromuscular.
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Ejercicios terapéuticos: Iniciando con contracciones isométricas y progresando hasta las concéntricas y excéntricas respectivamente, ayudando a promover el fortalecimiento muscular y control de movimiento
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Reeducación de la marcha y bipedestación: En caso de haberse presentado la fractura sobre los miembros inferiores, se debe de manera progresiva enseñar cada una de las fases de la marcha cumpliendo con objetivos segmentados.
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Aplicación de agentes físicos: Se puede hacer uso de agentes físicos como: Electroterapia, termoterapia, ondas de choque, entre otros. Que ayudan principalmente a la estimulación muscular, además de favorecer el proceso de regeneración ósea y ayudar a generar analgesia local.
Finalmente, te recordamos que en FisioClinics Palma contamos con los mejores profesionales expertos en el área de la rehabilitación y fisioterapia quienes están dispuestos a ofrecerte el mejor abordaje de manera personalizada e individualizada para que puedas mejorar tu salud física luego de haber padecido una fractura.