Diciembre es un mes ideal para moverse, sobre todo en entornos como Calvià, donde la combinación de naturaleza, clima suave y rutas accesibles invitan a disfrutar del ejercicio al aire libre sin necesidad de grandes exigencias. Las Jornadas de Salud y Bienestar organizadas por el ayuntamiento promueven precisamente ese tipo de actividad física adaptada y consciente. Entre ellas, destaca la práctica de Nordic Walking, o marcha nórdica, una disciplina ideal para personas de todas las edades. Puedes consultar el programa del evento aquí
Desde Fisioterapia, estas jornadas representan una oportunidad excelente para hablar de cómo el movimiento moderado y guiado puede tener un impacto real en la salud articular, el control del dolor crónico y la prevención de lesiones, especialmente durante el invierno.
¿Qué es el Nordic Walking y por qué es tan beneficioso?
La marcha nórdica es una modalidad de ejercicio en la que se camina utilizando bastones especialmente diseñados para acompañar el movimiento natural de los brazos. Aunque nació como método de entrenamiento para esquiadores de fondo, se ha convertido en una forma segura y eficaz de hacer ejercicio aeróbico de bajo impacto.
Sus beneficios más destacados incluyen:
- Activación de más del 80% del cuerpo, al implicar brazos, piernas, abdomen y espalda.
- Reducción del impacto articular, especialmente en rodillas, caderas y columna lumbar.
- Mejora del equilibrio, la coordinación y la postura.
- Aumento del gasto calórico frente a la caminata convencional.
- Fomento del ejercicio al aire libre en grupo, con beneficios también a nivel emocional.
El invierno y las articulaciones: una combinación delicada
Durante los meses fríos, muchas personas experimentan un aumento de la rigidez articular, especialmente quienes padecen patologías como artrosis, artritis o dolencias crónicas de espalda o cadera. El frío reduce la irrigación sanguínea en músculos y tendones, lo que disminuye la elasticidad y aumenta la sensación de tirantez y dolor.
Por eso, mantener una actividad física moderada es fundamental. El Nordic Walking, al ser una actividad progresiva, controlada y adaptada al ritmo de cada persona, es ideal para contrarrestar los efectos del invierno sobre el sistema musculoesquelético.
Fisioterapia y Nordic Walking: una combinación perfecta
Desde la fisioterapia promovemos el ejercicio terapéutico adaptado, y la marcha nórdica es una herramienta excelente dentro de este enfoque. Además, podemos acompañarte antes, durante y después de la práctica para:
- Valorar tu estado físico inicial (movilidad, fuerza, equilibrio).
- Enseñarte la técnica correcta de uso de bastones y marcha eficiente.
- Corregir posturas y movimientos que podrían derivar en molestias o sobrecargas.
- Diseñar planes personalizados de progresión, especialmente si estás en rehabilitación o tienes alguna limitación previa.
¿Para quién está recomendada la marcha nórdica?
La marcha nórdica es ideal para personas:
- Mayores de 55 años que quieren mantenerse activas sin riesgo.
- En proceso de rehabilitación de rodilla, cadera o columna.
- Con dolores crónicos musculares o articulares.
- Con necesidad de mejorar el equilibrio o evitar caídas.
- Que desean hacer ejercicio al aire libre con bajo impacto.
A diferencia de otros deportes, aquí no hay niveles ni tiempos. Se adapta al paso y condición de cada persona, permitiendo disfrutar del entorno natural mientras se trabaja todo el cuerpo de forma segura.
Claves para evitar molestias al hacer Nordic Walking
Aunque es una actividad segura, como en cualquier ejercicio, hay ciertos aspectos que conviene tener en cuenta:
Técnica correcta desde el inicio
Aprender la mecánica del paso, la postura corporal y el uso adecuado de bastones evita sobrecargas en hombros o muñecas.
Calzado y vestimenta adecuados
Zapatillas con suela amortiguada, ropa térmica transpirable y guantes finos son claves para proteger articulaciones del frío y prevenir resbalones.
Calentamiento previo y estiramiento posterior
Movilizar hombros, cuello, tobillos y espalda antes de caminar, y estirar al terminar, ayuda a prevenir la rigidez y mejora la recuperación.
Escucha de señales corporales
Si aparece dolor lumbar, en rodillas o plantas de los pies durante o después de la marcha, es importante hacer una valoración profesional antes de continuar.
¿Y si tengo una patología previa?
En casos de artrosis, lumbalgia, prótesis de cadera o rodilla, o recuperación de fracturas, el Nordic Walking puede integrarse dentro del plan terapéutico, siempre con supervisión.
El trabajo coordinado entre fisioterapia y ejercicio adaptado permite:
- Reforzar la musculatura que protege tus articulaciones.
- Mejorar la movilidad sin dolor.
- Aumentar la autonomía y la confianza al moverse.
- Reducir el uso de analgésicos a largo plazo.
Moverse en invierno también es cuidarse
Participar en las Jornadas de Salud y Bienestar de Calvià no solo es una forma de conectar con la comunidad y la naturaleza, sino una excelente oportunidad para empezar a moverse de forma segura, consciente y con acompañamiento profesional.
A menudo se asocia el ejercicio con juventud o rendimiento, pero la marcha nórdica nos recuerda que cuidar el cuerpo también significa moverse de forma amable y sostenida, especialmente en épocas como el invierno, cuando tendemos al sedentarismo.
Si quieres iniciarte en el Nordic Walking con acompañamiento fisioterapéutico, o sufres molestias articulares y buscas una forma segura de mantenerte activo, en Fisioclinics Palma te ayudamos a recuperar el movimiento con programas de ejercicio terapéutico, movilidad y fuerza adaptados a cada etapa de la vida. Porque moverse es salud… y también prevención.
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