Tendinitis rotuliana crónica: cómo manejarla con fisioterapia

La tendinitis rotuliana crónica, también conocida como la "rodilla del saltador", es una condición que afecta de manera persistente al tendón rotuliano. A diferencia de una tendinitis aguda, en su forma crónica se produce una degeneración progresiva del tejido tendinoso debido a la sobrecarga repetitiva, generando dolor constante, limitación funcional y disminución del rendimiento en actividades deportivas o cotidianas. La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el manejo de esta patología, combinando técnicas de tratamiento y ejercicios específicos que promueven la recuperación del tendón. En FisioClinics Palma, aplicamos programas personalizados de rehabilitación para que puedas recuperar tu calidad de vida y evitar recaídas.

Causas y factores de riesgo de la tendinitis rotuliana crónica

La tendinitis rotuliana crónica suele ser el resultado de una sobrecarga prolongada del tendón sin una recuperación adecuada. Las principales causas y factores de riesgo incluyen:

• Práctica repetitiva de deportes de alto impacto como baloncesto, voleibol o fútbol.
• Desequilibrios musculares, especialmente entre el cuádriceps y los isquiotibiales.
• Falta de flexibilidad en los músculos que rodean la rodilla.
• Técnica inadecuada en saltos, aterrizajes o carreras.
• Uso de calzado inapropiado que no absorbe los impactos.
• Incremento abrupto en la carga de entrenamiento sin una progresión adecuada.

Síntomas de la tendinitis rotuliana crónica

• Dolor persistente justo debajo de la rótula, que empeora con la actividad.
• Sensación de rigidez al flexionar o extender la rodilla.
• Dolor al subir o bajar escaleras y al ponerse en cuclillas.
• Engrosamiento o inflamación leve del tendón rotuliano.
• Disminución de la fuerza y resistencia en el cuádriceps.

Tratamiento de la tendinitis rotuliana crónica con fisioterapia

La fisioterapia es el pilar fundamental para el manejo de la tendinitis rotuliana crónica. En FisioClinics Palma, aplicamos un enfoque multidisciplinar que combina técnicas de tratamiento, ejercicios progresivos y prevención de recaídas.

1. Terapia manual y liberación miofascial

La terapia manual es clave para reducir la tensión en el tendón rotuliano y mejorar la circulación sanguínea:

• Masaje descontracturante en el cuádriceps para liberar tensiones que sobrecargan el tendón.
• Liberación miofascial de la fascia lata y del tensor del cuádriceps.
• Técnicas de movilización de la rótula para mejorar la funcionalidad articular.

2. Ejercicios de fortalecimiento excéntrico

Los ejercicios excéntricos son esenciales para recuperar la fuerza y resistencia del tendón rotuliano:

• Sentadilla excéntrica: realiza sentadillas lentas y controladas, bajando en 4-5 segundos y subiendo más rápido.
• Ejercicios de step-down: baja lentamente desde una plataforma mientras controlas el movimiento.
• Extensión de rodilla con carga ligera: realiza el movimiento de extensión en una máquina, trabajando la fase excéntrica.
• Los ejercicios excéntricos favorecen la reorganización del tejido tendinoso y aumentan la capacidad del tendón para soportar carga.

3. Estiramientos específicos

Es fundamental trabajar la flexibilidad de los músculos que rodean la rodilla:

• Estiramiento del cuádriceps: lleva el talón hacia el glúteo para elongar la parte anterior del muslo.
• Estiramiento de isquiotibiales: inclina el tronco hacia adelante con una pierna extendida.
• Estiramiento del gemelo y sóleo: apoya el pie en el suelo con la pierna extendida y el talón pegado al suelo.

4. Electroterapia y terapia con ultrasonido

La aplicación de TENS (Estimulación Nerviosa Transcutánea) y ultrasonidos es útil para:

• Aliviar el dolor persistente en el tendón.
• Reducir la inflamación crónica.
• Estimular la regeneración del tejido tendinoso.

5. Uso del vendaje neuromuscular

El kinesiotaping proporciona soporte al tendón rotuliano sin limitar la movilidad:

• Mejora la circulación sanguínea y el drenaje linfático.
• Reduce la carga sobre el tendón durante la actividad.
• Ayuda a aliviar el dolor en las fases iniciales del tratamiento.

6. Ejercicios de propiocepción y equilibrio

Trabajar la propiocepción ayuda a mejorar la estabilidad de la rodilla y a prevenir recidivas:

• Ejercicios sobre superficies inestables como el bosu.
• Equilibrio monopodal; Mantén el equilibrio sobre una pierna durante 30 segundos.
• Ejercicios dinámicos con saltos suaves para mejorar la respuesta del tendón.

7. Educación del paciente y modificación de la carga

Es fundamental ajustar las cargas de entrenamiento y evitar actividades que generen dolor. El fisioterapeuta guiará al paciente para:

• Programar una progresión adecuada del entrenamiento.
• Mejorar la técnica de salto y aterrizaje.
• Utilizar calzado adecuado con buena amortiguación.

Consejos para prevenir la tendinitis rotuliana crónica

• Realiza un calentamiento adecuado antes de la actividad física.
• Integra ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad en tu rutina.
• Evita sobrecargar el tendón con entrenamientos excesivos.
• Descansa y permite al tendón recuperarse entre sesiones intensas.
• Utiliza técnicas de recuperación como el hielo después de la actividad deportiva.

Conclusión

La tendinitis rotuliana crónica es una patología que requiere un tratamiento integral y progresivo para aliviar el dolor, recuperar la fuerza y prevenir recaídas. La fisioterapia, mediante terapia manual, ejercicios excéntricos, estiramientos y electroterapia, es clave para regenerar el tendón y optimizar su capacidad funcional. En FisioClinics Palma, contamos con fisioterapeutas especializados que diseñarán un plan personalizado adaptado a tus necesidades y objetivos. Si sufres de tendinitis rotuliana persistente, no esperes más: te ayudamos a recuperar tu bienestar y rendimiento deportivo.